Los libros tienen gran influencia en el lector y pueden descubrirnos realidades sociales que desconocíamos
La lectura es una manera de viajar a lugares a los que, quizá, nunca irías de otro modo. Gracias a los libros podemos aprender cosas nuevas cada día, reflexionar, fantasear o sentir todo tipo de emociones. Las historias que leemos con gusto siempre nos aportan algo, de ello se encargan sus autoras y autores, que pasan horas y horas trabajando en ellas hasta que por fin llegan a manos del lector. De los libros y cuentos podemos aprender tengamos la edad que tengamos. Tienen el poder de entretener, pero también el de influir sobre las personas que los leen.
Las temáticas sociales están muy presentes en lecturas de todos los géneros. Muchos escritores plasman cuestiones que les preocupan en sus obras. Otros tantos buscan hacer reflexionar a sus lectores y derribar así las barreras sociales que todavía hoy siguen existiendo. Da igual si se tratan estos temas de manera más o menos consciente, lo importante es que lleguen a la gente. En el caso de las niñas y niños les servirá para adquirir valores y empezar a construirse como personas. A medida que vamos creciendo, leer libros que tratan temáticas sociales puede darnos a conocer realidades que desconocíamos o incluso eliminar algún prejuicio que otro.
Conocer a La Bestia
Ese es precisamente el objetivo con el que Sofía Nayeli Bazán empezó a escribir La Bestia, su primera novela publicada con la que ganó el Premio Jordi Sierra i Fabra en 2020. La joven escritora, de 18 años, vive actualmente en Murcia, pero creció en México. Allí fue donde conoció a “La Bestia”, un tren de carga “que recorre México de Sur a Norte” y en el que “los inmigrantes centroamericanos se suben a los techos para ir a Estados Unidos en busca del sueño americano”. Un trayecto extremadamente peligroso que se hace por necesidad y en el que mucha gente muere. Desde que era una niña, Sofía había escuchado a su abuela hablar de La Bestia y de la situación de miseria de las personas que emprendían ese viaje. Todas esas historias siempre le habían llamado la atención, pero lo que le acabó de impactar fue lo que ella misma pudo ver en un viaje a Chiapas para visitar a su familia. “Vi a varios migrantes cruzar el río Suchiate en unos botes para intentar venderle algo a los turistas”, recuerda. También, dice, “vi a un grupo con bebés en brazos caminando por la carretera a pleno sol”. En ese momento se dio cuenta “de qué tan dura era la situación” y decidió que “eso tenía que saberlo alguien”, no solo ella.
Sofía Nayeli presentó su novela al premió del que resultó ganadora tras pasar "día y noche escribiendo" y "corregir una y otra vez"
Lo que en un principio iba a ser un relato, se iba haciendo cada vez más largo y Sofía pensó que lo mejor sería escribir una novela. Empezó a investigar más a fondo el tema, buscó información sobre las paradas del tren y los kilómetros que recorría. Fue tanto el trabajo de investigación que cuando se quiso dar cuenta quedaba poco más de una semana para que se cerrara el plazo para presentar su obra al premio que acabó ganando. Recuerda pasar “día y noche escribiendo”, dormir poco, “vomitar palabras” y “corregir una y otra vez”. Finalmente pudo presentar la novela al premio y meses después, para su sorpresa, recibió la noticia de que era la ganadora y su libro se publicaría. Sofía tiene ya varios proyectos en mente, que espera poder empezar a escribir cuando acabe la selectividad. Una adolescente que escribe para otros adolescentes con el objetivo de que se conozca “el mundo que hay fuera de nuestro mundo” y contribuir así al cambio social.
Vacuna para el machismo
Los libros de Susana Gisbert tratan también temáticas sociales, algo que para ella es importante porque “si tú haces una charla sobre feminismo vendrá gente a la que le interese el feminismo, pero si lo haces como novela negra vendrá gente a la que le interese la novela negra y a partir de ahí reflexione”. Susana es fiscal especializada en violencia machista y su experiencia le inspira para sus novelas. Aunque “no hay prácticamente nada que responda a hechos reales de principio a fin”, sí se plasman aspectos verídicos y los sentimientos y sensaciones que la autora valenciana siente cuando ejerce. Pero la violencia machista no es la única temática social que se refleja en sus novelas, ya que como ella considera “los temas sociales no están aislados unos de otros”.
Susana Gisbert apostó por la literatura juvenil con el objetivo de "entretener y hacerles reflexionar"
En su novela Caratrista, la primera que hizo para público juvenil, se habla de machismo y violencia de género; pero también de bullying y “de las posibles actitudes” que se adoptan en situaciones así. Además aparecen valores tan importantes como la empatía y se muestra el daño que se puede llegar a hacer “cuando seguimos a la masa por nuestro interés”. Para Susana Gisbert dar el salto a la literatura juvenil supuso “un reto” y mucha “responsabilidad”. A la vista de que sus novelas para adultos tenían repercusión, sintió “la obligación moral” de tratar el tema para adolescentes. Su objetivo era “ofrecerlo como algo atractivo, que les entretenga y además les haga reflexionar”. Y vaya si se consigue. Caratrista se lee en muchos centros educativos y a Susana le consta que en más de una ocasión ha ayudado a jóvenes con situaciones personales. Cuenta el caso de la sobrina de un compañero que, tras leer el libro reunió a su familia para decirles “que se había reconocido en eso y lo que tenía que hacer era denunciar”. Para Susana, solo con que a una persona le haya servido, el objetivo, dice, está más que cumplido.
Inculcar la semilla
Jessica García es profesora de Lengua y Literatura y además es escritora. Su primera novela, Y de repente todo cambió, está dirigida a un público amplio. No está escrita pensada para llegar exclusivamente a adolescentes, pero Jessica sí la recomienda a partir de los 15 años. También considera “una responsabilidad” tener lectores que están en plena adolescencia y cree que en ese caso “se debe tener muy claro lo que quieres contar y cómo”, para evitar “llegar con tu libro y liarlos más” ya que “están experimentando”. Para la autora almeriense “incluir valores en una novela” es muy importante porque “les llega más profundo y se lo creen más”. Tanto como profesora como en su faceta de escritora trata de “inculcar la semilla de lo que quieres conseguir” a través de la literatura.
Jessica García plasma en su primera novela el valor del entorno "porque hoy en día a veces nos olvidamos de las personas que tenemos alrededor"
Jessica siempre ha cuidado mucho sus relaciones interpersonales. Cree firmemente en la importancia de la familia y las amistades y así quiso plasmarlo en su primera novela. Una historia “súper actual”, con situaciones cotidianas en las que cualquiera podríamos vernos reflejados y “con muchos toques de humor”. Lo más importante en la vida de Claire, la protagonista, es su entorno. Algo que Jessica quiso reflejar porque considera fundamental y cree que “hoy en día con las tecnologías y las redes sociales a veces nos olvidamos un poco de las personas que tenemos alrededor”. Su siguiente novela, de la que no puede desvelar todavía el título, está ya en fase de corrección. Una historia “más profunda” en la que “se trata la superación de la muerte de alguien cercano”.
Versos de emociones
La poesía es la gran pasión de Mari Carmen Quiles. En realidad, lo son las letras en general. Estudió Filología Hispánica y actualmente es profesora de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Almería. Recuerda haber escrito siempre, pero no dio el paso de publicar hasta que fue madre. “Vi que lo que le leía a mi hija tenía una aceptación y fue cuando me planteé publicar para niños y jóvenes”, explica. Desde entonces son varias las obras que ha publicado dirigidas a un público infantil. Busca siempre que en sus poemas haya sentimientos porque considera que “cuando se habla de emociones y de realidades sociales muchos lectores se sienten identificados”. Ella recurre habitualmente al recuerdo de su infancia y hace “poesía sobre cosas muy cotidianas”. Trata de “proyectar a la Mari Carmen Quiles de 7 u 8 años”. Explica que es eso “lo que sale a flote” y le sigue resultando “curioso” que los lectores lo perciban.
Mari Carmen Quiles recurre a su 'yo' de la infancia y en su último libro homenajea "a toda la flora del levante almeriense"
En su último libro, De rama en rama ha querido hacer un homenaje “a toda la flora del levante almeriense”, donde ella creció. Algo que hizo con mucho cariño; sin perder “esa perspectiva de infancia”; y a base de horas y hora de escribir y reescribir. Porque si algo tiene claro Mari Carmen Quiles es que en el proceso de escritura “tienes que reescribir mucho”. Tanto que “tenemos que tener la disciplina de decir hasta aquí, ya no lo toco más”. Esta sensación es común entre muchas autoras y autores porque, aunque cada proceso creativo sea un mundo, a veces sí hay aspectos en común.
Lo que también es habitual entre las personas que se dedican a la escritura de libros es que antes de escritores han sido grandes lectores. De hecho, probablemente se trate del cien por cien de quienes escriben historias en cualquiera de los géneros. Han leído mucho desde muy jóvenes y eso les ha hecho personas creativas. Por ello, porque conocen bien los beneficios de la lectura desde la infancia, creen en la importancia de fomentarla desde que las niñas y niños son muy pequeños.