El trabajo conjunto de familias y profesorado así como las adaptaciones que se realizan en el aula pueden garantizar una enseñanza de calidad y el desarrollo íntegro del alumnado con implante coclear
El objetivo de un aprendizaje positivo y exitoso es tarea de toda maestra y maestro. Tener en cuenta las necesidades del alumnado forma parte del día a día en las escuelas. Uno de los casos que pueden darse en el aula es el implante coclear y por ello pueden surgir dudas como ¿Qué es el implante coclear? ¿Qué tipo de apoyo debo ofrecer? ¿Cómo podemos mejorar sus condiciones de aprendizaje?
Estas cuestiones son completamente normales si se pretende dar una enseñanza de calidad y ayudar al desarrollo íntegro de la alumna o alumno. Además, es importante contar con las familias que también pueden sentir incertidumbre por la nueva etapa escolar.
El tipo y grado de pérdida auditiva puede repercutir en el aprendizaje
Una de los aspectos a tener en mente a la hora de plantear cómo abordar el aprendizaje es tener en cuenta que las personas con alguna discapacidad sensorial, como es en este caso la hipoacusia, se van a relacionar en un aula mayoritariamente de personas oyentes. Por esta razón, la inclusión e integración debe basarse en la superación de aquellas barreras existentes en la comunicación.
En el caso del profesorado, es importante conocer el tipo y el grado de pérdida auditiva, así como la edad en la que se realizó la implantación coclear. Estos datos permitirán conocer la repercusión que puede tener en el aprendizaje, así como hacer una valoración completa de sus necesidades.
El implante coclear
A diferencia de las prótesis externas como los audífonos, el implante coclear es un procedimiento quirúrgico que consiste en la introducción de un receptor estimulador de electrodos que estimula el nervio auditivo a partir de señales acústicas eléctricas. El implante coclear cuenta con parte del aparato en el interior del oído y otra parte en el exterior.
Este procedimiento se lleva a cabo cuando el grado de sordera no permite captar señales auditivas con aparatología externa (audífonos) y existe una pérdida completa de audición pero el nervio auditivo está sano (puede realizarse estimulación en el nervio). Si el nervio auditivo está dañado, el implante coclear no es una opción.
Barreras a superar: la comunicación
En el momento de plantear el trabajo de aula debemos tener en cuenta el modo del alumno o alumna de acceder a la información. Para ello, es fundamental conocer qué tipo de comunicación suele emplear en otros ámbitos como el familiar.
Los sistemas aumentativos y alternativos de comunicación y el empleo de otros canales benefician la interacción y comprensión del mensaje
Existen varias formas de comunicación que pretenden mejorar la transmisión de información. Cuando pensamos en personas sordas directamente imaginamos la lengua de signos. Sin embargo, los sistemas alternativos y aumentativos de comunicación permiten abrir el horizonte más allá.
Los sistemas alternativos y aumentativos de comunicación pretenden compensar y aumentar las formas de comunicación hablada. Una de las formas de comunicación aumentativa más habitual en las aulas que permite mejorar la percepción e interiorización del lenguaje oral es la comunicación bimodal. Este tipo de comunicación se realiza de manera simultánea al lenguaje oral y respeta la estructura sintáctica, por lo tanto, su empleo es viable a lo largo de la jornada educativa.
Otras pautas de intervención
Sin duda la comunicación es la clave de la intervención, no obstante, además de desarrollar un sistema lingüístico que funcione, es necesario plantear otras estrategias como el uso de elementos visuales, táctiles o de ritmo para potenciar otros canales de información; fomentar la interacción y participación conjunta de la clase; y estimular tanto el lenguaje oral como el escrito.
Otras vías de intervención pasan por la modificación física o espacial del aula. Adaptar el entorno físico a las necesidades del alumnado es fundamental para su aprendizaje. Dos aspectos a tener en cuenta son la luminosidad y sonoridad. Controlar los niveles de ruido mejora la calidad auditiva. Otra opción puede ser colocar las mesas en forma de “U” para facilitar el acceso a la lectura labial; por otro lado, tener en cuenta la luminosidad de la clase beneficia el canal de comunicación visual, así como evita el agotamiento que provoca la excesiva atención a los gestos y labios.
La concienciación del alumnado implica un mayor compromiso y empatía
Sociabilidad
En la infancia, uno de los aspectos que más se ha de trabajar son las habilidades sociales. Los valores de empatía, compromiso, ayuda y generosidad son claves para la convivencia escolar. En estos casos no debe ser para menos. Explicar al alumnado qué es la pérdida auditiva y en qué consiste un implante coclear ayuda a entender mejor a la persona y adquirir un mayor compromiso para su beneficio, por ejemplo, evitar elevar el sonido del aula o prestar atención a la comunicación.
Se ha demostrado que la concienciación funciona, por lo que motivarlos a conocer más sobre el tema y fomentar el trabajo en equipo no solo ayudará a la persona sorda, sino también al resto de la clase que estará aprendiendo unos valores sociales necesarios para el día a día.